el bien y el mal
(continuación)
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Que son opuestos y no existen por sí mismos, significa que son los dos extremos de una misma cosa: la moralidad.
A modo de conclusión, las acciones de la persona no deberían guiarse por los conceptos de "bien y mal" porque estos conceptos no son absolutos. Si la persona actúa con coherencia interna, en armonía con sus sentimientos, puede obviar este dilema y actuar de forma espontánea y natural.
Lo que se consigue así es independizar la acción del resultado supuesto (bueno o malo) porque este último puede escapar a nuestro control o estar sujetos a una calificación (bueno o malo) errónea del mismo.
En la concepción "budista", las acciones no encadenadas al resultado serían libres de "karma". Es decir, la persona no se "ata" a los resultados de sus acciones, sino que actúa, sencillamente.
Esto contribuye a la libertad de la persona que no se "identifica" con los resultados de sus acciones.